Tratamiento
La inmunoterapia ha demostrado prevenir el desarrollo del asma
Tratamiento con inmunoterapia
La inmunoterapia con extractos alergénicos (o vacunas alergénicas) puede utilizarse para tratar distintos tipos de alergia, como la alergia al polen, a los ácaros, a los mohos, a algunos alérgenos ocupacionales como las harinas, al veneno de himenópteros o al epitelio de ciertos animales. El tratamiento se debe prolongar durante tres a cinco años. A diferencia de los medicamentos convencionales utilizados para los síntomas de la alergia, la inmunoterapia no sólo produce la disminución de los síntomas, sino que además consigue alterar el curso natural de la enfermedad y mantener la prevención de los síntomas a lo largo del tiempo.
Según la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI por sus siglas en inglés) la inmunoterapia alérgeno-específica es un procedimiento médico, en el que se administra al paciente alérgico cantidades crecientes de un alérgeno específico para que su sistema inmunológico aprenda a tolerarlo.
Alergia al polen, ácaros, o veneno de himenópteros son ejemplos de alergias tratables con inmunoterapia
El único tratamiento causal
Entre la gran variedad de tratamientos disponibles hoy en día para las enfermedades alérgicas, la vacunación específica contra la alergia es el único tratamiento causal, y ha demostrado mejorar la calidad de vida del paciente:
- Fin de la incomodidad y de la sensación de estar enfermo.
- Reducción del consumo de medicamentos para los síntomas alérgicos.
- Permite realizar actividades al aire libre en cualquier época del año.
- Poder tener animales en casa o visitar amigos que convivan con animales domésticos.
- En caso de la alergia a himenópteros eliminar el miedo a ser picado por una abeja o avispa.
La inmunoterapia es el único tratamiento etiológico capaz de actuar sobre los mecanismos que desencadenan la reacción alérgica. Además, la inmunoterapia ha demostrado que puede reducir el riesgo de desarrollar asma en los pacientes con rinitis.
La inmunoterapia es un tratamiento basado en la administración continuada de dosis del alérgeno causante de los síntomas alérgicos. Estos alergenos han sido extraídos de fuentes naturales. Esto provoca una serie de cambios en el sistema inmune que pueden modular la aparición de la reacción alérgica.
La inmunoterapia es el único tratamiento que trata el origen de la enfermedad alérgica.
La inmunoterapia actúa en el sistema inmunitario y hace que éste aprenda gradualmente a tolerar el alérgeno. Como resultado, tanto los síntomas como la necesidad de medicación se reducen.
Inmunoterapia sublingual
En la inmunoterapia sublingual, el alérgeno al cual el paciente está sensibilizado se administra debajo de la lengua absorbiéndose a través de la mucosa oral.
Puede ser en forma de solución o bien como comprimidos o liofilizado oral. Estos tratamientos se administran en el domicilio del paciente. El tratamiento se mantiene durante tres años.
Liofilizados orales
En 2006, ALK lanzó el primer tratamiento de inmunoterapia registrado en forma de liofilizado oral para la alergia al polen de gramíneas. Este liofilizado de rápida disolución se administra por el propio paciente en su domicilio una vez al día durante tres años, siendo recomendable la supervisión del especialista solo tras la primera dosis. Desde 2018 está disponible también el liofilizado oral para el tratamiento del asma y la rinitis alérgica por ácaros.
Los liofilizados orales son los productos con mayor documentación clínica dentro del campo de la inmunoterapia con alérgenos.
En el caso de la solución oral, para alérgicos a distintos pólenes estacionales, ácaros, epitelios u hongos existe en formato monodosis para administración diaria en el domicilio. La fase inicial consiste en un aumento gradual de la dosis.
Para pacientes alérgicos al látex o a alimentos por sensibilización a las LTPs (proteína de transferencia de lípidos) el tratamiento es también en solución oral de administración sublingual. La presentación es en frascos y se administra en forma de gotas debajo de la lengua. En este caso, la fase inicial debe administrarse en un centro sanitario bajo la supervisión del especialista, para después continuar la administración en el domicilio por parte del paciente.
Inmunoterapia subcutánea
La inmunoterapia subcutánea consiste en una serie de inyecciones del alérgeno al cual el paciente está sensibilizado, estas inyecciones deben llevarse a cabo siempre en un centro sanitario bajo la supervisión del especialista.
El tratamiento sigue una pauta con dosis del alergeno a concentraciones crecientes, seguido de una fase de mantenimiento a dosis fija. El tratamiento se mantiene durante tres a cinco años.
Para la correcta interpretación de esta información se aconseja el asesoramiento de un especialista.