El sol ha vuelto y con él aparecen varias reacciones antiestéticas en nuestra piel debido a los rayos ultravioleta.

Fuente: ONDACERO

Estas reacciones incluyen las alergias solares, que son fotodermatosis, como la lucitis benigna y polimorfa, la urticaria solar y las reacciones de fotosensibilización. Estas reacciones se producen en las zonas de la piel que no están muy expuestas o no lo han estado durante algún tiempo.

Las reacciones pueden manifestarse como granos, ampollas, manchas rojas o una sensación de picor. Afectan a todos los tipos de piel y se estima que el 10 al 20% de la población francesa las experimenta. Las quemaduras solares estivales son más comunes en mujeres jóvenes, pero los hombres también pueden verse afectados y tener piel clara aumenta el riesgo de padecerlas. Aunque los síntomas desaparecen espontáneamente en la mayoría de los casos, puede tardar varias semanas para que las quemaduras solares polimorfas se curen.

Posibles Causas

No se conoce siempre el origen específico, pero las fotodermatosis son una respuesta inflamatoria anormal de la piel a la luz.

Se piensa que algunas de ellas, como la urticaria, son el resultado de una reacción de las células inmunitarias de la piel. En respuesta a la exposición a la radiación UV, las células inmunitarias, en particular los mastocitos y los basófilos (ambos miembros de la familia de los glóbulos blancos), pueden liberar histamina, que es uno de los principales mediadores de las respuestas alérgicas.

La histamina es una molécula de señalización del sistema inmunitario con propiedades inflamatorias. Provoca una dilatación de los pequeños vasos sanguíneos responsables del enrojecimiento cutáneo que aparece. La histamina también puede provocar un aumento incontrolado de la liberación de agua de los vasos, lo que da lugar a un edema local. Además, actúa sobre las terminaciones nerviosas y provoca el picor asociado a las alergias.

En otros casos como en reacciones de fotosensibilización, la alergia se genera a causa de una reacción química entre la exposición al sol y un producto aplicado sobre la piel (perfume, cosméticos y otros) o un medicamento oral (antibiótico, diurético u otros) que hace del producto un agente sensibilizante.

Tipos de Luz Solar

La luz solar no es homogénea en su emisión, ya que el sol emite distintos tipos de rayos ultravioleta (UVA, UVB y UVC), los cuales tienen diferentes características. Los rayos UVC son detenidos por la capa de ozono y no penetran en la atmósfera. Los rayos UVB son responsables de quemaduras solares y bronceado. Estos no penetran más allá de las capas superficiales de la piel, a diferencia de los rayos UVA, que pueden alcanzar capas más profundas de la piel. Los daños causados por los rayos UVB son más pronunciados en personas de piel clara, mientras que los rayos UVA son perjudiciales para todo tipo de piel, incluyendo las más oscuras. Los rayos UVA pueden afectar la permeabilidad de los vasos sanguíneos, produciendo una vasodilatación local debida en gran parte a la acción de la histamina. La mayoría de los protectores solares protegen contra los rayos UVB, pero sólo parcialmente contra los UVA, cuyo efecto dañino es acumulativo.

Es recomendable elegir un protector solar adecuado y evitar las cabinas de bronceado para prevenir quemaduras solares. En caso de presentar síntomas, es recomendable dejar de exponerse al sol y proteger la piel con ropa y/o cremas solares adecuadas.

En casos graves o persistentes, se pueden requerir tratamientos farmacológicos como aplicaciones tópicas de cremas calmantes, corticosteroides y antihistamínicos orales. También se pueden tomar medidas preventivas previas como la exposición progresiva al sol, evitando las horas más agresivas, la toma de complementos alimenticios y utilizando tratamientos con ácido paraaminobenzoico. En caso de lucitis polimorfa, pueden prescribirse previamente antimaláricos sintéticos.