Alicia, una estudiante de 22 años nos cuenta cómo volvió a sufrir problemas respiratorios desde que empezó a salir con un chico aficionado a montar a caballo.

“Cuando era pequeña tenía muchos problemas respiratorios. Recuerdo que pasaba muchas noches sentada en la cama, sin poder dormir por la tos y los ruidos en el pecho. Mi madre me llevó al especialista, me dijeron que era alérgica a los ácaros y a los epitelios de animales.

Nunca pude tener una mascota, aunque era lo que más deseaba. Durante unos años estuve con vacunas y mi vida cambió. Solo en ocasiones, algunas mañanas, siento mi nariz obstruida, pero se me pasa enseguida.

Desde hace 1 año, salgo con un chico que monta a caballo y de nuevo han empezado mis problemas. No puedo subir a su coche, porque enseguida comienzo con un picor en los ojos, tan intenso, que tengo que salir rápidamente, incluso he vuelto a tener asma.

Cada vez que viene de montar, tiene que cambiarse de ropa y de calzado, porque si no, no podemos vernos. No puedo acompañarlo cuando hace excursiones, o planea alguna fiesta con otros amigos que acaban de montar. Me siento muy triste. Pienso que la alergia es un obstáculo, para nuestra relación y temo que algún día, dejemos de salir por este motivo.”