Cómo prevenir las picaduras de avispas y abejas
La época estival conlleva un incremento de las reacciones alérgicas ante distintos estímulos. Uno de ellos es el veneno de los insectos himenópteros. Por eso, es importante tener en cuenta una serie de medidas para evitar posibles picaduras de avispas y abejas.
Recomendaciones en verano para los alérgicos a las picaduras de himenópteros
Evitar el uso de perfumes
Se recomienda no utilizar perfumes, colonias, lociones, lacas ni tónicos capilares que puedan resultar demasiado fuertes, sobre todo si se trata de esencias florales, ya que estos olores atraen a los himenópteros.
No comer ni beber al aire libre
Se debe evitar el consumo de alimentos y bebidas al aire libre, especialmente en piscinas, ya que la atracción que sienten los himenópteros hacia ellos aumenta las posibilidades de sufrir una picadura. Asimismo, las precauciones deben extremarse cuando se trate de alimentos azucarados o ricos en proteínas, y cubrirlos con una tela si es ineludible su presencia.
Utilizar prendas de color suave
Los insectos himenópteros se sienten atraídos por los tonos intensos y las prendas coloridas. Por este motivo, evitar el uso de prendas de color rojo, naranja, amarillo o morado, así como telas estampadas, reducirá su presencia. Además, se recomienda cubrir la mayor cantidad de piel posible y utilizar siempre calzado en el exterior para evitar una futura alergia a las picaduras de avispas y abejas.
Abandonar el lugar donde se haya producido una picadura
Si bien las abejas mueren tras la picadura, las avispas continúan vivas y mantienen el aguijón. Además, el veneno de las avispas posee una sustancia química, conocida como feromonas, que incita al resto de avispas de la colonia. Por ello, la mejor opción es alejarse del lugar donde se haya producido la picadura con el fin de que no se repita.
No hacer movimientos bruscos
Cuando una abeja o avispa revolotea por los alrededores o se posa sobre la piel, deben evitarse los aspavientos y gestos rápidos para ahuyentarla. Esto únicamente aumentará la agresividad de los himenópteros que, al sentirse atacados, picarán para defenderse. Por lo tanto, la solución es conservar la calma y alejarse lentamente del lugar, o mantenerse quieto hasta que el insecto se marche.
Seguir estas precauciones reducirá el riesgo de sufrir una alergia a las picaduras de avispa o abeja durante el verano. No obstante, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recuerda que, si ésta ya se ha producido, se debe acudir al centro médico de urgencia más cercano con el fin de que se aplique la correspondiente medicación. En caso de que se haya obtenido previamente una prescripción médica de adrenalina, el paciente deberá portar siempre con un mínimo de dos autoinyectores para evitar futuras reacciones anafilácticas.