Las alergias alimentarias son las enfermedades alérgicas que aumentan con mayor velocidad, afectando ya a más de dos millones de personas en España. Según la SEAIC, han alcanzado al 8% de los niños y al 3-4% de los adultos que viven en países desarrollados.
Si bien la mejor forma de prevenir los síntomas es evitar el alimento alergénico de la dieta diaria, no es necesario excluir los valores nutricionales de dicho alimento y comprometer el equilibrio energético propio de una alimentación variada.
Síntomas de las alergias alimentarias
Las alergias alimentarias suelen producirse a los pocos minutos de ingerir el alimento, aunque también pueden presentarse a las dos horas de su consumo.
Los síntomas más comunes son:
- Urticaria
- Inflamación de la cara
- Dolor abdominal
- Tos
- Mareos
- Dificultad para respirar
- Presión en el pecho
- Inflamación de la garganta
- Enrojecimiento de la piel
- Picor en la boca
- Inflamación del rostro
- Vómitos
- Pérdida de conciencia
Causas de las alergias alimentarias
A pesar de que las alergias alimentarias suelen desarrollarse a partir de los primeros años de vida, el índice de superación aumenta desde los cinco años. No obstante, la persistencia de las reacciones alérgicas dependerá del tipo de alérgeno y de la intensidad de la respuesta inmunitaria.
Las causas habituales por las que se presentan las alergias alimentarias son:
- Componentes hereditarios
- Exposición a determinados antígenos
- Alteraciones en la permeabilidad gastrointestinal
- Factores ambientales
- Desequilibrio de la flora intestinal
Sustitutos de los alimentos alergénicos
Aunque existen más de 160 alimentos que pueden causar reacciones alérgicas, la Ley sobre el Etiquetado de Alérgenos Alimentarios y Protección al Consumidor (FALCPA) establece únicamente un total de ocho alimentos que causan el 90% de las alergias alimentarias.
La leche, el huevo, el marisco o el pescado son algunos de ellos. Sin embargo, eliminar el consumo de estos alimentos supone una ausencia de nutrientes en el organismo que se traduce en una deficiencia de proteínas. Por ello, conocer los sustitutos de los principales alimentos alergénicos puede compensar la falta de nutrientes y evitar el desequilibrio energético.
Huevo
El huevo contiene fósforo, hierro, potasio, magnesio, ácido fólico y vitaminas A, E, D, B12, B6, B2 y B1. Se recomienda sustituir su consumo por:
- Carnes
- Legumbres
- Pescados: específicamente de tipo graso, como el salmón o el atún
- Leche entera
- Derivados lácteos
- Vegetales de hoja verde: lechuga o espinaca
- Vegetables anaranjados: calabaza o zanahoria
Pescado
El pescado destaca por el fósforo, sodio, potasio, calcio, hierro, magnesio, yodo, las vitaminas A, D y del grupo B, y los ácidos grasos poliinsaturados. Los alimentos que compensan su falta de aporte nutricional son:
- Carne
- Huevo
- Legumbres: garbanzos o soja
- Productos lácteos
- Frutos secos: nueces
- Mariscos
- Cereales
- Verduras: champiñones
- Semillas: lino y chía
Marisco
El marisco es una elevada fuente de proteínas, minerales y ácidos grasos como el omega 3 y el omega 6. La mejor forma de sustituir la falta de proteínas es consumir:
- Carnes magras: ternera, pollo o pavo
- Frutos secos: nueces
Leche
La falta de calcio que provoca la alergia a la leche puede paliarse con el consumo de otros alimentos ricos en este mineral:
- Verduras de hoja oscura
- Pasta
- Arroz integral
- Legumbres
- Frutos secos
- Pescados pequeños con espina
- Bebidas vegetales enriquecidas con calcio
- Otro tipo: leche de soja, almendras, avellanas, arroz, coco o quinoa.
Verduras y frutas
Entre las alergias alimentarias a las verduras destaca la alergia al tomate, rico en licopeno. Para sustituir este valor nutricional se puede ingerir:
- Todos los tipos de verduras y hortalizas: especialmente el pimiento crudo
- Sandía
- Albaricoque
- Kiwi
- Cítricos: naranja, pomelo o mandarina
Por su parte, la alergia al plátano, la sandía o el melón puede compensarse con la ingesta de los siguientes alimentos alternativos:
- Legumbres
- Patata
- Salvado de trigo
- Avena
- Frutas deshidratadas
- Todas las verduras
Frutos secos
Los frutos secos aportan proteínas, fibra soluble, potasio, ácidos grasos insaturados, magnesio, fósforo, vitamina E y calcio. La forma de conseguir una dieta equilibrada, a pesar de presentar una alergia alimentaria a los frutos secos, es mediante la ingesta de:
- Carne
- Pescado: azul
- Huevo
- Legumbres: garbanzos
- Aceite de oliva
- Aceitunas
- Aguacate
Si crees que has podido sufrir algún síntoma tras el consumo de un alimento, acude a tu centro médico más cercano para que el experto alergólogo pueda realizar las pruebas necesarias y determinar el tratamiento más adecuado.