Uno de cada cuatro españoles padece algún tipo de alergia.
Fuente: www.65ymas.com
además de la rinitis, que es de las más frecuentes, se duplican las consultas por alergia a los alimentos. Y crece, sobre todo, en los niños. Los especialistas calculan que entre el 5 y el 8% de niños tiene algún padecimiento de este tipo y el 3% de la población adulta. Y lo curioso es que son distintos los alimentos que pueden causar reacción en unos y en otros.
La mayoría de reacciones en adultos se deben a algunas frutas, verduras o frutos secos como las nueces y los cacahuetes. En los niños, sin embargo, el origen está en la leche y el huevo. Además, diversos estudios han demostrado que las personas alérgicas al polen o al látex pueden reaccionar ante ciertos alimentos.
Reacción cruzada
Es un problema añadido, porque individuos que son alérgicos a sustancias que no tienen relación alguna con los alimentos, sí pueden tener una reacción cruzada por interacción. Y ocurre por ejemplo entre alérgicos al polen que pueden manifestar alergia a algunos frutos secos por culpa de ese polen. O como ocurre con la mitad de los alérgicos al látex pueden sufren una reacción al ingerir alimentos que contienen proteínas similares a las del látex, como plátanos, aguacates, kiwis o castañas.
Los que mas alergia producen
Los 15 alimentos más frecuentemente implicados en reacciones adversas de los pacientes que acuden a las consultas son, en orden decreciente, melocotón, leche, huevo, melón, gamba, pescado, kiwi, plátano, nuez, sandía, cacahuete, manzana, tomate, piña y avellana.
En los menores de 2 años los principales alimentos son huevo y leche, mientras que en los escolares y adultos son las frutas, con el melocotón y el melón.
(Estos datos los proporcionó el estudio EuroPrevall, realizado en 19 países europeos y 6 de otros continentes con casi 100.000 individuos estudiados).
Consecuencias
Las consecuencias de la reacción alérgica a alimentos son muy variadas. Por ejemplo, en el 32% de las ocasiones se producen reacciones cutáneas, en el 26% las reacciones son digestivas, en 19%, de vías respiratorias altas y en un 7% de casos broncoespasmos .
Difícil diagnostico
El diagnóstico es complejo, porque puede haber muchos componentes alimentarios que permanecen ocultos.
Las alergias alimentarias tienen como prevención básica eliminar de la dieta los alimentos que las causan. Por eso, la base está, primero, en su identificación, que no siempre es fácil. Y en segundo lugar, en saber en qué alimentos compuestos se encuentra el causante de alergia. Porque en muchas ocasiones forma parte de un compuesto del que ni se sospecha.
A más de un alimento
Es también interesante anotar que cuando un individuo presenta alergia a un alimento normalmente la presenta a otros varios que tienen relación entre sí. Por ejemplo, quien presente reacciones ante la leche de vaca, normalmente las presentará a todos los tipos de leche de consumo humano. Y si lo es al huevo –más que al huevo lo es a las proteínas que contiene la clara– también presentará las mismas reacciones ante todos los tipos de huevo. Y si es a un pescado lo es a varios tipos de pescado o a todos.
(Un detalle que se debe tener en cuenta es que la intolerancia a un producto –es frecuente a la lactosa– no tiene ninguna relación con la alergia).
Inmunoterapia
En la actualidad, el único tratamiento consiste en evitar el alimento que causa la reacción alérgica. “Aunque esto no siempre es suficiente, ya que pacientes con un diagnóstico de alergia a ciertos alimentos siguen sufriendo reacciones debido, en gran parte, a dos motivos: la presencia de alérgenos ocultos en los alimentos y/o a las reacciones debidas a procesos de reactividad cruzada (alérgenos comunes)”, indica el alergólogo Ernesto Enrique.
La inmunoterapia o ‘vacunación antialérgica’ es una vía de tratamiento eficaz frente a la alergia a alimentos. Consiste en la administración de mínimas cantidades del alérgeno (alimento o fracciones del mismo) para producir respuestas inmunitarias que crean tolerancia frente a dichos alimentos. En otras palabras, ir ‘acostumbrando’ al organismo al alimento para que poco a poco vaya dejando de reaccionar.