La alergia a la leche es una de las más comunes entre los pequeños. Habitualmente, es la leche de vaca la que desencadena el problema, pero también se puede presentar con la leche de oveja, de cabra o de otros mamíferos.
Por suerte, esta es otra de las alergias que suelen desaparecer cuando los niños se hacen mayores, pero mientras tanto, es necesario evitar cuidadosamente tanto la leche como todos los productos derivados de ella.
Pescado
La alergia al pescado por lo general aparece durante los dos primeros años de vida y se presenta cuando el cuerpo reacciones en forma defensiva a las proteínas del pescado.
Si existe esta alergia, suele presentarse la primera vez que el niño come el pescado y lamentablemente es más duradera que la alergia a la leche o al huevo, así que no desaparece durante la adolescencia y en muchos casos se puede prolongar durante gran parte de la vida.
Trigo
La alergia a las proteínas del trigo es mucho más frecuente en los niños que en los adultos, y por fortuna, suele superarse con la edad.
Es importante notar que la alergia al trigo no es lo mismo que la celiaquía. En el primer caso, los niños son alérgicos a otras proteínas presentes en el trigo, no al gluten. Y pueden comer sin problema cebada, centeno y otros granos que contienen gluten
La celiaquía no provoca reacciones alérgicas, sino dificultades para absorber los alimentos e implica no solo el trigo, sino todos los otros granos que contienen esta proteína en específico.
Moluscos
Las alergias a los mariscos se dividen en dos, y una de ellas es a los moluscos. Los niños que presentan estas alergias tienen reacciones ante las almejas, los mejillones, las ostras, las vieiras, el pulpo y el calamar.
Sin embargo, esta alergia no implica necesariamente que también sean alérgicos al pescado o a otros tipos de mariscos, como los crustáceos.
Nueces
La alergia a las nueces es diferente a la alergia a los cacahuates e implica las reacciones a las pacanas, las nueces comunes, las avellanas y las almendras.
De modo que aunque los frutos secos son muy saludables, ya que aportan proteínas y grasas esenciales, lo mejor es no introducirlos tan pronto en la dieta de los pequeños.
Soya
La soya es otra de las causas comunes de alergias alimentarias, sobre todo en niños y bebés. Por fortuna, en adolescentes y adultos, esta alergia suele desaparecer.
es muy poco frecuente que esta alergia tenga reacciones severas, pero en todo caso, es importante diagnosticarla y estar prevenido.
Crustáceos
Los camarones, gambas, cangrejo y langosta forman otro de los grupos de mariscos que suelen desencadenar reacciones alérgicas. La alergia a estos animales puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida, pero es importante prestar especial atención cuando se trata de niños.
Semillas
Es importante distinguir entre la alergia a los frutos secos y la alergia a las semillas. Las más comunes son las alergias al sésamo, aunque también pueden aparecer con otras semillas.
Afortunadamente, no es una alergia común entre los niños, pero en cualquier caso, es mejor estar atentos cuando los pequeños comienzan a incluirlas en su dieta.