En las últimas décadas, enfermedades como la alergia, el asma, la dermatitis atópica o la alergia a alimentos han incrementado su prevalencia. Uno de los factores claves de este aumento puede encontrarse en el estilo de vida.
Fuente: immedicohospitalario.es
Las enfermedades alérgicas han sufrido un aumento espectacular en la segunda mitad del siglo XX y principios de XXI. En los años 50 del siglo pasado, la rinitis alérgica era una enfermedad poco frecuente, afectando al 2% de la población general en los países del norte de Europa, de los que se tienen registros más fiables. “Actualmente, en esos mismos sitios, la enfermedad afecta a más del 25% de la población”, nos avanza el presidente del Grupo de Rinoconjuntivitis de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Carlos Colás.
También han sufrido incrementos muy importantes el asma, la alergia a los alimentos y la dermatitis atópica. En muchos pacientes estas enfermedades aparecen secuencialmente a lo largo de su vida.
Según el doctor, aunque la genética juega un papel importante en la causa de estas enfermedades, no puede explicar estos cambios tan cuantiosos. El drástico cambio del estilo de vida de la sociedad occidental acaecido a mediados del siglo XX parece ser un factor fundamental. “El traslado masivo del entorno rural al urbano ha trastocado sustancialmente la forma en que nosotros y nuestro sistema inmunológico nos relacionamos con nuestro medio, especialmente con los microrganismos que nos rodean y que integran nuestro microbioma”. Por otro lado, los alérgenos de nuestro entorno también se han hecho más agresivos, especialmente los pólenes del medio urbano, mientras que la polución atmosférica es otro factor añadido que favorece estos cambios e incrementa la posibilidad de sensibilizarse a los alérgenos.
Principales alergias y tipos
El doctor especifica que la rinitis alérgica (RA) es la enfermedad crónica más prevalente en la actualidad en los países occidentales desarrollados, especialmente por debajo de los 45 años. “Es muy común que se presente simultáneamente con conjuntivitis, por lo que con frecuencia empleamos el término rinoconjuntivitis. Además, el 34% de los pacientes que consultan por RA, tienen también asma y casi el 9%, alergia a los alimentos”.
Desde la Sociedad disponen de datos concretos a nivel nacional gracias al estudio Alergológica 2015 (www.seaic.org). “La urticaria aguda también es sumamente frecuente: una de cada 4 personas puede tener algún episodio en su vida, aunque no siempre son verdaderas reacciones de hipersensibilidad”, comenta Carlos Colás. El asma afecta al 7-10% de la población general, dependiendo de la edad. “En las primeras 4 décadas de vida se suele asociar a alergia en más de dos tercios de los pacientes, aunque posteriormente esa asociación decrece con la edad”.
A su vez, la dermatitis atópica es muy frecuente en la etapa infantil afectando a más del 10% de los niños menores de 7 años. “La dermatitis alérgica por contacto es también muy frecuente en la edad adulta pudiendo afectar a más del 20% de los ciudadanos europeos. Finalmente, la urticaria crónica afecta a poco más del 3% de la población. La presencia de estas patologías implica un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes y un elevado coste socioeconómico que supera el 2% del coste sanitario total y con unos costes indirectos que duplican o triplican a los costes directos”, señala el experto.
Las causas de las alergias
La alergia es una respuesta anómala de nuestro sistema inmune frente a sustancias inocuas para nosotros, como los pólenes o los ácaros del polvo, que genera potentes fenómenos inflamatorios causantes de los síntomas de todos conocidos.
“Los agentes que causan la RA cambian en función de las zonas geográficas y climáticas. En zonas costeras e insulares predomina la alergia a los ácaros del polvo mientras que en las zonas del interior de la península predomina la alergia a los pólenes y hongos ambientales”.
El especialista aclara también que la alergia a animales domésticos (presentes en el 41% de los hogares de estos pacientes) es relativamente similar en todas las zonas, aunque más frecuente en el medio urbano.
“Considerando datos globales de toda España (datos de Alergológica 2015), los pólenes que con más frecuencia causan RA son los de gramíneas en el 73% de los casos, seguidos del de olivo (52%), ciprés (23%), plátano de sombra (14%) y polen de malezas -principalmente amarantáceas, como la salsola (13%), y en menor medida, parietaria, artemisia, etc.- “, detalla.
La alergia a los ácaros del polvo se detecta en 43% de los pacientes y a los animales domésticos el 21%. La alergia a los hongos ambientales, principalmente de la especie alternaria, la encontramos en algo menos del 8% de los pacientes con RA.
Avances importantes en diagnóstico
El doctor explica que las enfermedades alérgicas acaparan una enorme cantidad de investigación e innovación con una inmensa producción científica cercana a la que generan otras especialidades relacionadas con neurociencias o cardiovascular.
“Ha habido avances muy importantes en el terreno del diagnóstico dado que la identificación de las moléculas proteicas que desencadenan la hipersensibilidad inmediata permite identificar con mucha más precisión los verdaderos causantes de la alergia, especialmente en el campo respiratorio y alimentario”. Y ahora se conocen con más detalle los mecanismos que intervienen en el desarrollo de la patología alérgica, lo que permite diseñar tratamientos más específicos y eficientes.
El presidente del grupo de rinoconjuntivitis de la SEAIC también responde que se ha avanzado mucho en las técnicas de desensibilización que permiten administrar medicamentos esenciales (quimioterápicos antineoplásicos, antibióticos, etc.) a pacientes que son verdaderamente alérgicos a los mismos. “Algo parecido sucede con la inducción de tolerancia a los pacientes alérgicos a los alimentos, especialmente cuando estos son muy ubicuos o difíciles de evitar, como la leche y el huevo”.