Se trata de un tipo de alergia provocada por el polen
Fuente: mundodeportivo.com
La rinitis alérgica es un proceso inflamatorio de la mucosa nasal que se produce cuando el organismo reconoce como extraña una sustancia, habitualmente ambiental, como por ejemplo puede ser el polen, el polvo o la caspa. Ante esta amenaza, el organismo se e defiende provocando una serie de síntomas característicos.
Entre las causas de la rinitis, la doctora Lucía Valverde Vázquez, alergóloga del Hospital Quirónsalud Huelva, señala en una nota de prensa que ‘los alérgenos que provocan síntomas nasales suelen ser alérgenos ambientales como ácaros, epitelio de animales, polen de plantas y hongos. Y resalta que los vapores de cocción de ciertos alimentos (pescado, crustáceos…) también pueden ser causa de rinitis alérgica en aquellos pacientes que sufren alergia alimentaria a los mismos.
Síntomas
La rinitis alérgica presenta síntomas que inicialmente pueden ser confundidos con los de un proceso infeccioso, aunque la ausencia de fiebre y de dolores osteomusculares y la mucosidad nasal siempre acuosa y transparente confirma el proceso alérgico.
Entre los síntomas de la rinitis se incluyen los estornudos en salvas, la mucosidad nasal líquida como agua, la congestión y el picor nasal. Además, también afecta a los ojos con síntomas como picor, enrojecimiento y lagrimeo. En ocasiones también existe afectación bronquial, apareciendo tos seca, dificultad para respirar y sibilancias.
Según explica la doctora, “la rinitis alérgica afecta por igual a hombres y mujeres, pero los antecedentes familiares de atopía sí pueden determinar el desarrollo de la enfermedad”.
Factores que predisponen
Así pues, una de las causas que más predisponen a sufrir rinitis alérgica son las causas hereditarias, así como los antecedentes familiares de atopía.
Pero al mismo tiempo, el hecho de vivir en zonas urbanas e industrializadas también puede tener un impacto mayor en los casos de rinitis. La población de países industrializados como España, sufre una mayor predisposición a enfermedades alérgicas en general, y de la rinitis alérgica en particular. De hecho, la OMS estima que el 40% de la población urbana presenta síntomas de rinitis alérgica.
Tratamientos
El tratamiento contra la rinitis consiste esencialmente en prevenir las crisis evitando aquello que nos provoca alergias. Por ejemplo, si somos alérgicos a los ácaros, debemos evitar el polvo, o evitar las salidas al campo en caso de presentar alergia al polen, y la humedad si nuestra alergia es a los hongos.
En segundo lugar, el abordaje de la rinitis alérgica se hace mediante medicamentos antihistamínicos y/o antiinflamatorios ‘’que nos ayudan a disminuir la frecuencia y la intensidad de los síntomas’’, explica la doctora.
Finalmente, existe un tratamiento conocido como inmunoterapia con alérgenos que ha demostrado cambiar el curso natural de la enfermedad y favorecer el desarrollo de tolerancia.
Si creemos que tenemos rinitis alérgica debemos consultar con un especialista en Alergología para que nos haga un diagnóstico adecuado. Este proceso empieza con una historia clínica, diversas pruebas cutáneas con el objetivo de detectar reacciones alérgicas y por último, un análisis sanguíneo que medirá la presencia de anticuerpos que aumentan al existir un proceso alérgico.