La ciencia no ha podido explicar del todo la relación que existe entre eczema y estrés. Sin embargo, sí se sabe que dicha relación existe y también hay algunas hipótesis y líneas de explicación que pueden abrir el camino para conseguir una comprensión a fondo del fenómeno.
Fuente: www.mejorconsalud.com
Eczema y estrés conforman un binomio problemático para cualquier persona. Son dos condiciones de salud que suelen ir de la mano y que se retroalimentan mutuamente. Es, sin duda, una combinación muy molesta para la que no hay una solución fácil.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo y uno de los que más fácilmente refleja los estados de la mente. Esto se debe a que la piel está directamente relacionada con el sistema nervioso a través de terminales sensitivas que envían información al cerebro y viceversa.
Al mismo tiempo, el estrés hace que se liberen una serie de sustancias terminan afectando a la piel. Se originan así varias anomalías, entre las cuales se encuentra el eczema. Como se ve, la relación entre eczema y estrés es directa y muy estrecha.
La palabra `eczema´ es un término genérico para denominar cualquier inflamación de la piel. Tal inflamación se cataloga como dermatitis, siendo dermatitis atópica la que es generada por el estrés. En mejores términos, cuando hablamos de eczema y estrés, en realidad estamos hablando de dermatitis atópica y estrés.
El eczema aparece cuando la barrera de protección externa de la piel ha sufrido algún daño. Es entonces cuando surge la inflamación; la piel se ve enrojecida y presenta picazón en la zona afectada. Lo más frecuente es que aparezca en los brazos, las rodillas, la ingle y el rostro.
En el 85% de los casos, el primer episodio de eczema se presenta antes de los cinco años de edad. Así mismo, se estima que hasta el 20% de los niños y entre el 1 y el 2% de los adultos han sufrido uno de estos episodios en algún momento de su vida. Hay casos en los que el eczema se convierte en un trastorno crónico y recurrente.
Hay varios mecanismos mediante los cuales el estrés influye en la piel. Todo se origina en el hecho de que el estrés modifica el funcionamiento del sistema inmunológico. Esto lleva a que se produzcan dos efectos: por un lado, disminuyen las defensas cutáneas; por el otro, se inflama la piel.
Así mismo, en condiciones de estrés hay mayor producción de adrenalina y corticoides. Estos actúan sobre los receptores de la piel y provocan cambios en la misma. De otro lado, se ha constatado que todas las enfermedades inflamatorias tienden a empeorar con el estrés.
Un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC) ha señalado que al menos el 50% de las personas que tienen dermatitis atópica, también padecen episodios de depresión y ansiedad. También señalaron que en los últimos años han aumentado los casos de eczema asociado al estrés.
Sigue leyendo: Dieta para la dermatitis: alimentos que curan tu piel
El estrés afecta a la piel de muchas maneras. Provoca trastornos que van desde la urticaria hasta la dermatitis atópica, pasando por el acné, psoriasis, dermatitis seborréica y rosácea. Actualmente se sabe que hay una relación entre eczema y estrés, pero aún no se comprende del todo ese nexo.
Como ya se ha anotado, hay una conexión muy directa entre el sistema nervioso y la piel. Adicionalmente, eczema y estrés logran configurar un círculo vicioso del cual es muy difícil escapar. La presencia del trastorno aumenta el nivel de estrés, especialmente en situaciones de orden social.
Al mismo tiempo, al aumentar el nivel de estrés puede producirse un incremento del eczema. Todo esto en conjunto origina una dosis importante de sufrimiento y genera sentimientos de frustración, inseguridad y desesperanza. Esto se incrementa por el hecho de que no hay un tratamiento definitivo para el eczema.
El eczema por estrés indica que una persona está siendo sometida a grandes presiones y exigencias que no logra gestionar. Se trata de una señal de alerta que no se debe pasar por alto. Significa que existe un problema al que no se le ha dado solución y desborda las herramientas con las que contamos.
En tanto no hay un tratamiento específico para el eczema por estrés, más allá de hidratar las zonas afectadas, la solución está en abordar su causa, es decir, el estrés mismo.Lo más recomendable en estos casos es introducir algunos cambios en el estilo de vida.
La práctica regular de ejercicio físico suele ser muy efectiva para controlar el estrés. Así mismo, actividades como el yoga o las prácticas de meditación también son muy recomendables. Es conveniente consultar con un psicólogo, quien puede entrenarnos en el manejo de las situaciones tensionantes.
Las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes y pueden ser muy peligrosas en el caso de los más pequeños. Las especialistas de Alergología del Hospital Quirónsalud Málaga explican cómo identificarlas y tratarlas
Sigue leyendo
La alergia a alimentos puede poner en riesgo la vida de la persona que la padece, según advierte la doctora Isabel Ojeda, experta en alergología y miembro del Comité de Alergia Infantil de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), mientras que la intolerancia a alimentos “no supone un peligro vital”, aclara.
Sigue leyendo
Cada vez arraiga más en nuestro país la tradición americana de celebrar Halloween la noche del 31 de octubre.
Sigue leyendo
Las condiciones climáticas y la polinización de distintas especies favorecen las crisis alérgicas Sigue leyendo
Leer másLas condiciones climáticas y la polinización de distintas especies favorecen que también en esta época sean frecuentes las crisis alérgicas Sigue leyendo
Leer másTanto si los usan como si se exponen a su humo agrava los síntomas de asma. Sigue leyendo
Leer más