Los cuadros alérgicos graves por reacción a veneno de avispas y abejas han aumentado en últimos años, según datos de la Consejería de Salud. La mayoría de los casos se producen en verano, cuando estos insectos están más activos y aumentan las actividades al aire libre.
Según las autoridades sanitarias, si la reacción es mayor de diez centímetros o conlleva síntomas como urticaria generalizada se ha de acudir al alergólogo. Para evitar picaduras, los alergólogos recomiendan extremar la precaución cuando se está al aire libre y evitar, en la medida de lo posible, comer en el campo, ya que los insectos acuden a los alimentos». Higiene corporal También es conveniente no acercarse a panales de abejas ni a nidos de avispas y, si uno de estos insectos se posa sobre alguna parte del cuerpo, no intentar matarlo ni espantarlo y permanecer quieto o hacer solo movimientos lentos hasta que se aleje.
Recomendaciones generales
Cuando se sale al campo consisten en usar ropa que cubra la piel, con manga y pantalones largos y calcetines, así como evitar los colores oscuros y brillantes, que atraen a los mosquitos, y no utilizar perfumes muy fuertes. Se aconseja también mantener una correcta higiene corporal, porque la sudoración y los olores fuertes atraen a estos insectos. Salud informa de que, en caso de picadura de cualquier insecto, la primera medida es lavar abundantemente la zona con agua. En caso de picaduras concretas como la de abeja suelen dejar el aguijón, de modo que es necesario retirarlo cuidadosamente sin romperlo y alejarse de la zona para impedir picaduras masivas. Tras lavar con agua se puede aplicar una bolsa de hielo o cualquier sustancia que proporcione frío en la zona durante unos minutos para aliviar el dolor y la inflamación. Los pacientes con antecedentes de reacción alérgica generalizada grave (anafilaxia) por veneno de himenópteros o por otras causas «deben ser instruidos en la autoadministración de adrenalina, el tratamiento de emergencia de la reacción anafiláctica», apuntó Vicente. Esta es una medida de emergencia, «aunque es esencial que tras su uso se acuda a un centro de urgencias para valorar su situación clínica, así como la necesidad de otros tratamientos».
Una de cada mil personas sufre reacciones alérgicas generalizadas por el veneno de himenópteros, mientras que entre el 10 y el 30 por ciento de la población podría estar sensibilizada aunque no se trata de alérgicos en sentido estricto y no sufrirán reacción importante en caso de picadura.
Tratamiento con vacuna
Alrededor de cien personas siguen tratamiento con inmunoterapia específica con veneno de avispas o abejas en la Región, a causa de su alergia a la picadura de estos insectos. Este tratamiento mediante una vacuna es el único procedimiento curativo en sentido estricto de la enfermedad alérgica. Consiste en poner en contacto de forma controlada, en este caso mediante inyección subcutánea, al paciente con el agente al que se ha sensibilizado, consiguiendo una modificación en la respuesta inmune que minimiza los síntomas en caso de exposición posterior. La inmunoterapia con veneno de himenópteros (insectos como abejas y avispas) es, dentro de este tipo de tratamientos, el que se ha revelado como más eficaz, ya que se han obtenido altas tasas de curación.