La astenia se presenta con la llegada de la primavera y suelen padecerla en mayor medida las personas entre 20 y 50 años notando esos cambios en este de ánimo y la energía.
Fuente: Conectandopacientes.es
Fundamentalmente. No suele requerir tratamiento médico, es leve y suele desaparecer a los pocos días, pero sí mejora notablemente regulando nuestros hábitos generales de vida y de salud.
Suelen notarlo también en mayor medida aquellas personas que vienen de un estado más prolongado de estrés, insomnio, ansiedad o depresión, sedentarismo o actividad física excesiva, dietas con déficits nutricionales y poco antioxidantes o antiinflamatorias. Por ende, cuidar los pilares de salud de forma previa a la llegada de la primavera nos va a ayudar a reducir esa astenia.
Las ‘patas’ principales a cuidar son:
- Gestión emocional, ansiedad y estrés: técnicas y herramientas psicológicas que nos ayuden a lidiar con los ritmos frenéticos del día a día. Si, además, padecemos algún trastorno neurológico o patología, conviene acudir a un especialista que nos ayude para no elevar la sintomatología en esta época.
- Alimentación nutritiva: rica en plantas, frutas y verduras de todos los colores, especias, legumbres, huevos, tubérculos como la patata, pescados grasos, chocolate negro… Ayudando a cubrir los requerimientos nutricionales y mejorando las funciones corporales.
- Cuidar nuestras funciones metabólicas, hepáticas, digestivas y renales. Estos órganos nos ayudan a depurar, detoxificar, limpiar y absorber lo que necesitamos. Para ello, es fundamental beber suficiente agua y más, con la llegada de mayores temperaturas, dejar espacios entre las comidas principales y hacer un ayuno nocturno, evitar el alcohol y el tabaco, eliminar tóxicos como los plásticos de envases de comidas o el film transparente de envolver donde hay disruptores endocrinos y metales pesados muy dañinos que se acumulan en el cuerpo generando inflamación y sintiéndonos más fatigados.
- Movimiento diario y entrenamiento de fuerza: nuestro músculo ayuda a regular hormonas como la insulina, favoreciendo la absorción de calorías y nutrientes proveniente de los alimentos y, a su vez, consiguiendo tener más energía. También nos ayuda con los neurotransmisores como la serotonina, dopamina, cortisol o melatonina mejorando el sueño y el estado de ánimo, entre otros.
- Regular nuestros horarios de sueño, pasar tiempo al sol y en la naturaleza: todos ellos nos ayudan a que nuestro organismo funcione mejor ya que refuerzan el sistema inmune y neurológico, fundamentalmente.
Cubriendo estos pilares y aplicando las pautas, regularemos a nuestro cuerpo consiguiendo aliviar los síntomas asociados a la astenia. Chequea cómo vives esta etapa para que así próximos años puedas adelantarte y empezar a cuidarte antes de que llegue la primavera.