Los árboles naturales y los artificiales pueden desencadenar brotes de asma y alergias que hacen que las fiestas sean un calvario para algunas personas.
Fuente: univadis.es
Las alergias a los árboles de Navidad (desencadenadas por variedades populares como el abeto, la cicuta, el pino o la pícea) son poco frecuentes, pero hay otros alergenos en la mezcla que pueden desencadenar alergias en algunas personas.
Esto se debe a que los árboles naturales suelen recorrer largas distancias para llegar a su almacén local. Antes del viaje, se rocían con agua, lo que permite que crezca el moho por el camino, señaló el Dr. J. Allen Meadows, expresidente del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología y alergólogo de AllerVie Health, en Alabama, Estados Unidos.
Los árboles artificiales, por su parte, pueden liberar sustancias químicas desagradables que desencadenan ataques de alergia o asma tras desenvolverlos, destacó el Dr. Meadows. Cada año pueden ir acumulando polvo en el almacén que también hace que los síntomas se agudicen cuando se desempacan. Se debe guardar todo en bolsas y cajas lo más herméticas posibles ya que esto puede reducir el polvo, pero no es posible eliminarlo por completo.
Prevención de los síntomas
“Sea un árbol artificial o uno natural, me gusta airearlo en el exterior antes de colocarlo en mi casa”, comentó el Dr. Meadows. Un soplador de hojas también es útil para eliminar el moho o el polvo del árbol antes de meterlo en casa.
El momento en que se coloque también es importante. Si puedes retrasar la colocación de un árbol hasta después de la primera helada fuerte en el lugar donde vives no correrás el riesgo de que el polen o la ambrosía lleguen al árbol cuando lo saques a ventilar, indicó.
Y si se trata de un árbol natural hay que resistir la tentación de ponerlo justo después del Día de Acción de Gracias, añadió la Dra. Sharmilee M. Nyenhuis, especialista en asma, alergias e inmunología del Hospital de la Universidad de Illinois, en Chicago, Estados Unidos. Esto se debe a que el moho comienza a acumularse después de una semana en el interior de tu casa.
Si no podemos resistirnos a la idea de esperar hasta mediados de diciembre para poner un árbol natural, también se puede reducir el moho rociándolo con una solución que contenga mitad agua y mitad vinagre, recomendó. Una solución de vinagre también puede eliminar el moho de los árboles artificiales.
Las mismas mascarillas que la gente ha utilizado durante la pandemia de la COVID-19 también pueden ser útiles para montar y decorar el árbol, señaló la Dra. Nyenhuis. Ponerse una mascarilla para desempacar los adornos, armar y decorar el árbol y manipular cualquier otro adorno de temporada que se saque del almacén puede ayudar a reducir los brotes de síntomas causados por el moho y el polvo.
Y también se pueden tomar medidas para prevenir las crisis de asma y alergia consultando al médico para revisar y modificar la medicación según sea necesario para hacer frente a cualquier exposición al moho o al polvo del árbol, agregó el Dr. Meadows.
“La conclusión es que si el asma y las alergias están bien controladas, se debería poder tolerar los lugares con árboles naturales”, destacó.