Hasta un tercio de la población mundial es alérgica. Entre las sustancias que generan alergia están los hongos y sus distintas variedades.
Fuente: www.mejorconsalud.com
Gran parte de la población mundial sufre o ha sufrido enfermedades que cursan con un cuadro alérgico. Las alergias a los hongos son menos comunes que las producidas por el polen o las escamas dérmicas de los animales domésticos, sin embargo existen.
¿Qué se puede hacer para prevenir los síntomas que se derivan de estos alérgenos? La humedad es uno de los aliados del moho, y el control de este aspecto es un pilar de la prevención. En ambientes húmedos se propagan los hongos, formando colonias que, a la larga, desprenden sustancias capaces de ingresar por las vías respiratorias humanas.
Conociendo al patógeno
Los hongos son un grupo diverso de organismos pluricelulares que comprende a los mohos, las levaduras y los organismos productores de setas. Las esporas de las setas entran en las vías respiratorias humanas y generan un proceso bastante complejo.
El caso de los mohos es diferente:
- El moho es un hongo que se encuentra presente tanto al aire libre como en lugares húmedos de baja luminosidad.
- Muchas de sus especies son microscópicas y se reproducen y propagan mediante esporas.
- Estas esporas se mueven con el aire, por lo que se denominan organismos aerógenos y son imperceptibles y de tamaño minúsculo, al igual que el polen.
Cualquier elemento desconocido que pueda entrar por las vías respiratorias puede ser un potencial alérgeno y las esporas de los hongos cumplen todos los requisitos. Por ello, las personas que sufren esta afección son consideradas como alérgicas a la humedad.
Sintomatología de la alergia a los hongos
La alergia al moho provoca la misma sintomatología que cualquier otra reacción alérgica. Aquí te mostramos los signos más evidentes, recogidos por la web de la Mayo Clinic:
- Estornudos.
- Nariz congestionada.
- Secreción nasal líquida.
- Picor en la garganta, nariz y ojos.
- Ojos llorosos.
Dependiendo de la respuesta inmune de la persona alérgica, el cuadro clínico puede ser leve o moderado. Si se comienza a estornudar y sentir la nariz taponada al entrar en un sótano o visitar un bosque húmedo, es bastante posible que se sufra alergia a los hongos.
Algunos de los mohos más frecuentes que causan alergias incluyen Alternaria, Aspergilo, Cladosporium y Penicillium. Eso sí, ser alérgico a un género no implica que se presenten reacciones ante el resto de las familias fúngicas.
Cómo combatir la alergia a los hongos
Los mohos y la humedad son un binomio inseparable. Por ello, para eliminar los síntomas de este tipo de alergia es esencial tener mucho cuidado con las condiciones de humedad del hogar:
- Conviene limpiar de forma usual las superficies de los muebles que se humedecen frecuentemente, como lavabos, duchas o váteres. Que no se aprecie un hongo a primera vista no significa que no esté presente.
- Las esporas de los hongos pueden encontrarse atrapadas en partículas de polvo y permanecer activas a pesar de encontrarse en entornos secos. Para maximizar la precaución, es aconsejable aspirar el polvo con aspiradoras con filtros HEPA que retienen al máximo las micropartículas.
- Existen aparatos deshumidificadores que son capaces de aumentar la sequedad del hogar, sobre todo, en ambientes rurales de alta humedad.
- Fomentar el drenaje de las aguas subterráneas y una buena ventilación también reducen la humedad.
Como los mohos se valen de la humedad para sobrevivir, el uso de deshumidificadores es de gran ayuda
Cuidado y prevención
Todas las medidas listadas antes son esenciales para mantener un hogar libre de esporas de hongos, pero en la calle esto no se puede evitar. En núcleos rurales y poco urbanizados, la única prevención posible ante este tipo de alergia es saber identificar los síntomas y tomar el tratamiento prescrito por el alergólogo.
Como ante cualquier reacción alérgica, los corticoesteroides nasales y los antihistamínicos son los mejores aliados a la hora de paliar esta sintomatología. No se trata de vencer a la enfermedad, sino de saber convivir con ella y minimizar su impacto en el día a día.
Si sospechas que puedes sufrir alergia al moho, un médico resolverá tu duda mediante una punción cutánea. Esta prueba de alergia revelará a qué alérgenos eres susceptible; algunos serán más fáciles de controlar y otros no tanto, pero conocerlos es el primer paso para prevenir.